Las nuevas tecnologías
no paran de inventar objetos conectados y conceptos de aplicaciones nuevas.
Después que se haya inventado el cepillo de dientes conectado, el tenedor
conectado y ya mil y un pequeños dispositivos que se pueden controlar desde
nuestros teléfonos inteligentes o tabletas, ya está el "fisioterapeuta conectado”.
Su nombre es Bluetens. Ha sido lanzado al mercado por la firma francesa
Bluetens Limited.
Está claro que el
nombre elegido para este aparato (el fisioterapeuta conectado) es pura estrategia
comercial intentando hacer creer a la gente que la maquina podría substituirse
al ser humano en lo que es de encontrar soluciones o de tratar problemas
musculo esquelético. La realidad es que este aparato es ni más ni menos que un electro
estimulador y seguramente de mala calidad.
Este producto se vende alrededor de 149 €.
¿Entonces este producto es un artilugio?
Puede ser que
no. Anunciado como diseñado por profesionales de la salud, entre ellos
el
fisioterapeuta y osteópata Francois Chatagnier, que indica que unos cuantos equipos
de rugby lo usan. También está Bluetens certificado
como producto médico por la etiqueta TUV alemana.
Apodado " Get
Better, Mejorate”" La aplicación cuenta con 3 modos (fitness, relajación,
tratamiento) que serán utilizados en diferentes zonas del cuerpo. Los programas
se eligen a partir de una lista bastante larga. Codo, antebrazo, muñeca, hombros,
espalda superior, espalda, zona lumbar, abdomen, glúteos, muslo, rodilla,
tobillo, pie, etc... . Una vez la selección realizada, se elige un programa específico.
Sólo queda por aplicar los electrodos y dejar Bluetens hacer su trabajo.
¿Queriendo cumplir grandes promesas, Bluetens puede
realmente solucionar problemas musculo esquelético?
En el pre-test, los
expertos han llevado a cabo una serie de ejercicios y de pruebas para apreciar cómo
la gente en general acoge al aparato y cuáles son los beneficios reales del producto.
Después de experimentar el aparato, dicen que las personas que usaron el
producto fueron gratamente sorprendidas. El experimento trataba de utilizar el Bluetens
después de un ejercicio intensivo de 40 minutos de karting. Utilizaron el modo “tratamiento”. Las
personas del experimento se colocaron los electrodos en el cuello y pusieron en
marcha el programa. La electro estimulación hizo su efecto de masaje relajante.
Siguieron la prueba colocando los electrodos en la zona abdominal y las
contracciones que acompañaron la corriente les pareció tener un efecto
indiscutible respecto a algún refuerzo muscular.
Por último, se utilizó el Bluetens durante
una sesión de yoga. La idea de combinar las nuevas tecnologías y el yoga puede
parecer completamente incompatible pero fue bien acogida por la gente que dijo
que ayudaba a tener más conciencia de sus miembros.
Lo que sentó la gente utilizando el aparato como medio
de relajación, de refuerzo muscular etc… y los beneficios reales del mismo como
tratamiento de alguna patología son dos cosas muy distintas.
Me parece una
locura pensar que un teléfono móvil pueda substituirse a un profesional de la
salud y que haya personas que se administren ellos mismos corriente eléctrica a
través el cuerpo teniendo como meta obtener alguna mejoría o alguno beneficio
saludable que sea.
Esto pone en
relieve las limitaciones de las nuevas tecnologías cuando se trata de
substituir el gesto humano y los conocimientos de un profesional de la salud
tal como un fisioterapeuta. La confianza en constante crecimiento respecto a
las nuevas tecnologías sugiere a las personas hasta cuando se trata de salud que
ya no es necesario consultar a un profesional de la salud para solucionar
alguno trastorno musculo esquelético porque ahora su teléfono que se ha
convertido en su mejor amigo le puede solucionar los problemas.
El problema es que
la gente confiando en esas tecnologías pueden no saber diferenciar un artilugio
sin real efecto sino un eventual efecto placebo con un tratamiento eficaz aplicado
por un profesional sanitario. Este tipo de comportamiento reducirá en la
mayoría de los casos las posibilidades de buenos resultados contra eventuales lesiones.
Finalmente las nuevas tecnologías dirigidas hacia la salud también pueden
perjudicar a la gente cuando no están evaluadas de forma realista.